sábado, 2 de enero de 2010

Un poema anterior a Espejo de paciencia

   Al dudoso origen de la literatura cubana con la no menos polémica aparición del poema Espejo de paciencia, se  sumó una nueva sospecha cuando en el año 2002 el poeta e investigador Luis Suardíaz publicó en el periódico Granma una breve nota en la que confirmaba la existencia de un extenso poema que antecedía una década al de Silvestre de Balboa. La Florida fue escrito por el fraile franciscano Alonso Gregorio de Escobedo, natural de Andalucía, quien vivió cerca de 10 años en las Antillas, incluyendo a Cuba y solía organizar tertulias y decir sus versos en las parroquias que le asignaban. En octavas reales el fraile describe su estancia en la isla, en especial su llegada a Baracoa y el largo viaje hacia La Habana. Sus versos elogian los principales frutos de Cuba: guayaba, piña, mamey, naranja, al decir:
De naranjales vi tanta maleza
que parece su número infinito
(…) verlas cuando maduras es belleza
(…) comerá del mamey, fruto gustoso,
a los melocotones comparado,
colorado cual ellos y oloroso
verá el papayo, árbol vistoso
su sabor al mastuerzo asimilado…
     Las palmas a las que cantara Heredia como símbolos de nuestra nacionalidad, ya aparecen en toda su grandeza junto a la majestuosa ceiba y el hallazgo del aguacate.
     De los indios –que desde entonces, dice, se veían pocos- describe sus costumbres, incluso las religiosas como en estos versos:
Adoraban con término apacible;
y del lucero claro la hermosura
y al trueno cuyo estrépito es terrible
y a las que tienen nombre de Cabrillas
adoraban hincadas las rodillas.
   Además describe todo el proceso del casabe y refiere cómo muchos nativos preferían el suicidio a permanecer en cautiverio.
   El manuscrito de La Florida, que estuvo todo este tiempo adormecido en la Biblioteca Nacional de España, fue descubierto por dos profesores de la Universidad de Granada: Ángel Esteban del Campo y Álvaro Salvador, este último ganador del Premio Casa de las Américas en el 2002, el propio año en que vieron la luz bajo el sello editorial Verbum, de Madrid, los cuatro tomos de la Antología de la poesía cubana más completa hasta el momento: sus tres primeros volúmenes reproducen la Antología de la poesía cubana de los siglos XVII al XIX que publicara la Editora Nacional de Cultura en 1965 y que fuera preparada y comentada por José Lezama Lima, a la que añaden 74 octavas del poema inédito La Florida y casi 130 poetas del siglo XX.
   Según los intelectuales españoles el poema, que no está fechado, debió escribirse entre 1598 y 1599, una de las pistas que así lo confirman es la referencia a la muerte reciente de Felipe II, ocurrida en 1598, lo que lo convierte en el primer texto literario escrito en la Isla, y aunque carece de la fuerza poética de Espejo de Paciencia, sí es una crónica importante sobre todo del ámbito natural y social de la Baracoa de finales del siglo XVI, además de que ya se presume algo del naciente espíritu criollo.

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