Por. Yenny Pérez Ramírez
Hacía años una película no me hacía estremecer como El cisne negro de Darrent Aronofski, y es que el filme logra lo que debe tener una buena obra ser comercial con una elevada dosis de poesía. Desde su mismo comienzo la película te atrapa y conduce por su laberíntico guión tan enredado y eficaz que es imposible encontrarle las costuras de la creación, porque no las tiene.
Definir su género resultaría un tanto encasillar, el tema que aborda tampoco resulta necesario encontrarlo pues el filme pone en tela de juicio muchas de las problemáticas que puede tener un joven artista, mostradas por un enigmático tamiz que confusiones internas. Nina, el personaje protagónico, tiene una madre sobre protectora que a través de un amor desmedido por su hija ha volcado sobre ella sus frustraciones de bailarina que nunca pudo salir del cuerpo de baile. La dulce niña se ha convertido en una artista con excelente técnica pero con mucho vacío interior
El montaje del Lago de los cisnes hace que Nina se encuentre, al igual que en el ballet, con la dualidad de personajes. Es entonces que la película da un giro y comienza a adentrarte en el mundo de alucinaciones de la protagonista. Nina le pone el rostro de Lily, la otra candidata a ser la reina de los cisnes, a su otra Nina. El cisne blanco, que es, se transforma en el negro que aun no descubierto por ella, Nina se adentra tanto en sus personajes que se va destruyendo con ellos.
La historia de Mark Heynan, Andrés Heinz y John McLaughlin exquisitamente escrita por Andrés Heinz de El cisne negro se completa con una puesta de elevada calidad artística de Darrent Aronofski. El perfecto el diseño fotográfico de Matthew Libatique como la edición de Andrew Weisblum, los justos efectos visuales realizados por Dan Schrecker como la banda sonora de El lago de los cisnes; logran llevarnos de la mano al escenario y hacernos bailar, caminar y descubrir con Nina la intríngulis de la historia. Natalie Portman se nos presenta con un dominio perfecto de las técnicas de actuación además de una interpretación magistral de sus cuatro personajes. Son admirables además las actuaciones de Vincent Cassel como el director Thomas, Mila Kunis como Lily y Winona Ryder quien interpreta a la madre retirada de Nina.
Esta vez Hollywood no se equivocó al nominar El cisne negro como mejor película del año, y a Natalie Portman como mejor actriz protagónica, diaria más El cisne negro es el mejor filme que ha premiado los Oscars en muchos años.
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